Sentir que fluyen ideas que podemos escribir, que en estas
ideas existen personajes que protagonizan historias y que sus historias conmueven
nuestros sentimientos; todo esto es muy gratificante y lo incentiva a uno a seguir
siendo creativo; pero cuando otra persona te pide que leas algo que ha escrito
y te da el privilegio de editarlo, de hacerlo más extenso con tus palabras y
con el toque de tu creatividad: eso es algo que se ha elevado a un grado de
satisfacción superior.
El cuento que publico a continuación fue escrito
originalmente por mi sobrina Yamiles Petit Arteaga, no sé exactamente cuánto
tiempo hace; solo sé que lo escribió como una asignación de trabajo que fue
parte de un curso de asistente de preescolar.
Su historia ha estado guardada en su closet por mucho tiempo y las
escrituras de mi blog le hicieron recordar su cuento. Me pidió que lo leyera,
lo modificara, lo editara y lo publicara en mi blog. El cuento conserva la
esencia de su historia original. Quiero darle mis infinitas gracias por su voto
de confianza, ha sido un placer mi querida sobrina de mi corazón. ¡Dios te
bendiga!
He aquí su cuento:
Tres Mariposas Hermanas
Este era un pueblo donde cada casa tenía un jardín muy
florido, se le llamaba el pueblo de la eterna primavera. El colorido y la belleza de sus flores eran
engalanados por un sinfín de mariposas que completaban una magnífica acuarela.
Ellas eran como una exquisita procesión cuando una tras otra sobrevolaba
gentilmente el aire cálido que siempre soplaba con magna sutileza en ese
ambiente tan paradisíaco.
Una mañana, en el tallo de una misma planta despuntaron
tres orugas al mismo tiempo, tres hermosas mariposas desplegaron sus estilizadas
alas: una era roja púrpura, otra era blanca como un copito de nieve y la
tercera era amarillita como un pequeño sol. Las tres sintieron la calidez y el
brillo de los rayos del sol que bendecían el primer día de sus aladas vidas.
Estaban muy cerquita una de la otra. Mientras aleteaban
para desplegar sus alas y fortalecerlas, se miraron entre sí y no pudieron menos
que sonreír para compartir la felicidad de sentirse “mariposas”.
Dijo una de ellas: “Creo que somos hermanas por haber
salido de nuestros capullos al mismo tiempo. ¡Tomemos nuestro primer vuelo
juntas!” Su entusiasmo no pudo menos que contagiar a sus compañeras. No hubo
necesidad de un consentimiento verbal pues inmediatamente se les vio volar en
cordial compañía.
“La temperatura y la luz son perfectas en nuestro hogar,
somos privilegiadas de haber nacido en este lugar tan hermoso.” Dijo la
mariposa roja.
“Miren la variedad de flores que hay, creo que creceremos
muy bien alimentadas con néctar abundante.” Dijo la amarilla saboreándose.
“Estoy segura de que todas estas flores serán siempre
anfitrionas amables, ellas harán de este jardín un hogar apacible.” Dijo la
blanca luego de respirar profundamente.
Mientras volaban con gracia y júbilo notaron que todo
comenzaba a oscurecer, que comenzaban a oírse ruidos estrepitosos que parecían
sacudir el cielo. Las tres pequeñas mariposas sintieron miedo, ya no estaban
dentro de sus capullos y no sabían cómo protegerse de aquella oscuridad y de
aquel ruido.
También comenzaron a caer fuertes gotas de agua que
parecían querer perforar sus frágiles alas.
A medida que las gotas de agua golpeaban sus alas, éstas
se humedecían y aletear se hacía menos fácil.
Se sentían aturdidas; la roja entonces gritó, “¡Busquemos
refugio en las flores, ellas nos pueden cobijar!”
Las tres volaron apresuradas hacia la flor más cercana.
Era una hermosa cayena roja. “¡Por favor, danos cobijo bajo tus pétalos,
estamos muy asustadas!” Suplicó la mariposa roja.
La cayena, que parecía no estar perturbada en lo más mínimo,
le contestó, “Sólo puedo cobijar a una de ustedes, no porque me falta
capacidad, sino que no acepto a nadie que difiera del color rojo de mi linaje.”
La mariposa roja le contestó, “Somos hermanas y no nos separaremos.”
Solidarias, en su hermandad, continuaron su vuelo para
encontrar la próxima flor. Avistaron una cala que tenía una inmensa cúpula
blanca; sobrevolando sobre ella, fue la mariposa blanca la que imploró, “Amiga
flor, estamos ya muy mojadas y tenemos mucho frío. Por favor, danos cobijo bajo
tu enorme cúpula.” La cala, que cada tanto se inclinaba un poco para que se
saliera el agua que tendía a acumularse dentro de ella, le contestó, “Anda
cobíjate bajo mi cúpula, pero sólo tú. Tus compañeras pueden desteñir con la
humedad y marchitarán la blancura de mi templo.” La mariposa blanca sintió una
gran decepción, “Yo nunca me separaría de mis hermanas para protegerme yo
sola.”
Dándole esta humilde explicación siguieron volando,
entonces vieron una flor Jasmín Falcón cuya corola parecía ser el refugio
perfecto para las tres. “Amiga flor, estamos ya demasiado emparamadas. El ruido
y la oscuridad nos tienen demasiado asustadas; necesitamos alguien que nos
cobije hasta que pase esta tormenta.” Fue la súplica de la mariposa amarilla.
Aquel jazmín que se creía muy sabio le dijo, “Nuestro color es símbolo de
protección, pero yo sólo protejo el color amarillo. Anda, hermosa mariposita
amarilla protégete bajo mi corola. Tus amigas pueden seguir volando para
conseguir refugio en otra flor.” La mariposa amarilla con un llanto ahogado le
contestó, “Busco protección para las tres, no me voy a separar de mis
hermanas.” El jazmín le dijo entonces, “No muy lejos de aquí, hay un brote de
hongos paraguas a los que les será fácil cobijarlas a las tres juntas pues
ellos crecen aglomerados en macetas. Además, son ciegos y no distinguen
colores.”
Las tres asustadas mariposas ya estaban demasiado mojadas
y a duras penas podían aletear. Trataron de cobrar fuerza para continuar el
dificultoso vuelo, estaban muy débiles por el esfuerzo que habían hecho para
luchar contra aquellas fuertes gotas de agua que las golpeaban una tras otra.
De repente la oscuridad comenzó a verse bañada de luz, el
aire frio comenzó a hacerse tibio y las gotas comenzaron a mermar. En muy pocos
minutos aquel paisaje volvió a lucir como estaba cuando ellas empezaron a volar.
Las tres mariposas sintieron que sus alas ya no estaban húmedas pues un
calorcito divino las había secado. Sintieron que sus alas ágiles y muy livianas
aleteaban otra vez con mucha facilidad. Aquel jardín había sido refrescado por
la lluvia y reinaba claridad y tranquilidad en el cielo, donde un maravilloso
sol les estaba brindando el cobijo que las flores les habían negado. Las
mariposas entendieron que los colores nacen de la luz del sol y que el sol es
grande y generoso, que él ama y protege a todos los colores de la Naturaleza.
Gracias tia por tomar en cuenta las opiniones de tus lectores y estoy complacida en apoyar tu proyecto. El cuento tiene un análisis de valores. Está estructurado en mostrar lo bello de la naturaleza. Demuestra la Unión que se debe emplear entre los seres vivos, hay que apreciar la vida y tiene como todo una moraleja... Hay que extender la mano al prójimo ya que no sabemos cuándo vamos a necesitar de ese alguien aparte que ayudar a los demás.... a mi en lo particular me llena el alma.Hay que ser compañero,tener unión entre los seres vivos. "Haz bien y no mires a quien" ... Bendición tía 🙏💘🥳😍🌹🎊 en estos tiempos yo me siento como esas orugas que salieron de su capuyo levantaron sus alas coloridas a ver mundo 🌹como la canción de Jenny rivera🦋 YCPA...❤️
ResponderBorrarGracias a ti mi sobrina de mi corazón por haberme hecho participe de tu bonito cuento. Tienes todas las prioridades para ese análisis tan significativo pues la historia nació de tu consciencia y tu creatividad la puso en palabras. ¡Dios te bendiga y ojalá haya muchos cuentos ms en los que podamos unir nuestras creatividades!
BorrarPD: el cuento tiene 18 años más o menos 🦋
ResponderBorrarLo que se hereda no se hurta! La creatividad viene de familia, muy linda historia
ResponderBorrarMagda Rosa
Cierto Masbellita, ¡Venimos de un mismo capullo! Tenemos que sentirnos muy orgullosos de nuestro linaje. ¡Te quiero GRANDOTE!
BorrarEste comentario fue enviado por Emelina Petit por via WhatsApp:
ResponderBorrar"Muy bonito el cuento de Coromoto. Es un símbolo de amor y unión entre hermanas. Qué lindo no se separaron ni aun por las circunsrancias adversas que atravesaron. ¡Felicitaciones por tu bonito cuento, Coromoto! ¡Dios te bendiga!
Gracias a mis tías bellas con todo mi ser 💘 amén 🙏 bendiciones en grande ❤️🙏
ResponderBorrarLas amoooo con todo mi ser *🙏🌹🦋
BorrarUn/a SNI (Sobrino/a No Identificada/o) que recibe de vuelta ese amor tan bonito y expresivo. ¡Bendiciones en GRANDE para ti! ¡Pues seguro que te amamos con todo nuestro ser!
BorrarHermoso Relato, y la verdad nosotros los Humanos debemos ser unidos en todo, y ayudar a todo el mundo sin discriminar a nadie (la raza, sexo, si es pobre o rico). Y nunca abandonarlos en el camino. Dios te siga bendiciendo con tu creatividad por mucho tiempo. Te deseo lo mejor junto a tu familia. te quiero Yuly
ResponderBorrarGracias, querida Yuly, siempre traes un comentario bonito que expande el mensaje de cada relato. Dios te bendiga en unión de los tuyos, yo me considero uno de ellos. ¡Te quiero GRANDOTE!
BorrarEl siguiente comentario fue colocado en Facebook por Marianela Fernández de González:
ResponderBorrar"Hermoso cuento Ingrid. Pienso que van a conseguir muchas cosas en este renglón. Tan bellas Tia y sobrinas."
Un cuento sobre la inclusión, la libertad, la solidaridad y el amor que es inherente a todas las cosas de la creación 👍️. ¡Me gustó mucho!
ResponderBorrar¡Besos y abrazos, Coro y Tía Ingrid!
El que lee mi blog y se toma el tiempo para dejar un comentario inspirador para futuras historias forma parte de la inclusión que se propone mi blog. Gracias en nombre de nosotras dos. ¡Dios te bendiga!
BorrarMis felicitaciones a ambas..la union y la soliaridad son dos valores que destacan y que debemos cultivar y enseñar..al hacerlo a través de un cuento me parece fabuloso..y la unión de tia y sobrina me parece aún mejor..son un buen equipo..las quiero mucho a las dos.
ResponderBorrar¡Y con tu apoyo y solidaridad ya somos un trío! Yo sé que escribes muy bien mi querida sobrina periodista, en el futuro podrías rendirle tributos a este blog enviando uno de tus ensayos, ¡Allí te dejo esta invitación! ¡Dios te bendiga!
BorrarPa las tres taritas he aqui este tarado que soy yo.
ResponderBorrar¡Bienvenido a nuestro mundo de Fantasía ! ¡Dios te bendiga!
ResponderBorrarEl siguiente comentario fue enviado por Teresa Galué Petit vía WhatsApp:
ResponderBorrar"Hermoso !!!! Mis felicitaciones para ambas: Coro y Tía. Maravilloso mensaje de hermandad y unión. 😘😘😘😘"