Un Pedazo de Pan Rancio
Era su primer día de escuela y aunque su Mamá Clocló le
había dicho que sería un día muy especial y el comienzo de una etapa
inolvidable y muy divertida; el Pollito Pico no podía evitar sentirse un poco
angustiado.
“¿No me vas a acompañar?” Le preguntó a su mamá a punto
de dejar soltar su primera lágrima. “No, comenzar a ir a la escuela es comenzar
a madurar. Tienes que aprender a valerte por ti mismo, a enfrentar tus retos
solo. Si algún día me necesitas de verdad, allí estaré yo para defenderte y
ayudarte.”
Pico no le insistiría a su dulce madre pues sabía lo
determinada que era en cuanto a su crianza. Respiró profundamente, se enganchó
en su cuello su mochilita y abrazó a Clocló dulcemente. Ella le acarició
dulcemente las amarillitas plumas de su cabeza, “No te olvides de comerte a la
hora de tu merienda los granos de maíz que te puse en tu mochila.”
La Escuela Aviar de aquella comunidad no quedaba muy
lejos de su casa. Pico salió a caminar con paso firme, no se percató que los
ojos de su mamá lo seguían vigilantes desde su ventana.
Cuando había caminado unos buenos pasos, sintió que
alguien caminaba a su lado, “¡Buenos días, apuesto a que es tu primer día de
clases!” Dijo una voz un poco brusca.
Pico miró a su acompañante, “Buenos días. Sí, es mi
primer día de clases.” Quien le había hablado era un pato blanco de pico rosado
muy ancho; le doblaba en tamaño, peso y quizás en edad.
“Por ser nuevo en la escuela, tendrás que pagar una
penitencia; si no lo haces vas a correr con terribles consecuencias.” Dijo el
palmípedo despiadado.
Pico sintió que le corría un escozor desde la cabeza
hasta sus patitas, “No entiendo de qué me hablas.” Le dijo con mucha timidez.
“Tranquilo, aquí estoy yo para aclararte bien todo. Por
una semana, debes entregarme la merienda que te empaque tu mamá. Eso no se lo
debes decir a nadie. Si te rehúsas o si se lo cuentas a alguien, no tendré
misericordia de ti. ¿Ves las membranas de mis patas? Con sólo cubrirte tu pico
con una de ellas te asfixiaré. Pero no tengas miedo, yo no te haré nada,
siempre y cuando me des tu merienda.”
Pico se sintió muy intimidado por aquel pato a quien no
le sería muy difícil dominarlo físicamente. No se atrevió a contradecirlo.
Cuando salieron al recreo y podían merendar, el pato se
le acercó y le dijo, “Aquí estoy para que me entregues tu merienda.” Pico se
sintió desvalido e impotente y con una gran resignación y dolor, le entregó la
bolsita con sus granitos de maíz.
Por la tarde, cuando regresó a su casa y su Mamá Clocló
le preguntó cómo le había ido, le dijo que muy bien. No quiso contarle que un
pato abusador le había arrebatado descaradamente su bolsita de granos de maíz.
Cenó ávidamente la cena tan rica que le había preparado
su mamá, “¡Vaya que tenías hambre! Mañana te pondré más granos de maíz para que
meriendes, pues parece que gastas mucha energía en la escuela.” Dijo Clocló. Pico
se sintió muy avergonzado por no contarle a su mamá la razón verdadera por la que
había regresado a casa tan hambriento.
Aquella triste y humillante situación se prolongó toda
una semana, y a la semana siguiente cuando Pico le dijo al pato que ya le había
dado su merienda por cinco días, éste le replicó, “Pues, se me antoja que el
que manda soy yo. Me vas a seguir dando tu merienda mientras yo quiera, a menos
que quieras morir asfixiado debajo de una de mis patas; también te puedo partir
el cogote de un solo picotazo.”
Se sentía totalmente humillado, manipulado y acosado por
aquella ave malévola. Ya estaba teniendo pesadillas muy feas en las que el pato
cada vez quería más granos de maíz y al no poder darle más, lo atacaba
salvajemente.
Una tarde después de cenar, le preguntó a su mamá que si
le podía dar un pedazo de pan del que tenía guardado en la despensa, “Lo siento
mi querido hijo; ese pan está rancio y hasta mohoso; mañana lo tengo que tirar
a la basura.”
Cuando Clocló se durmió, Pico se levantó muy calladamente;
fue a la cocina y cortó un pedazo del pan mohoso, lo envolvió bien con papel y
lo guardó en su mochila.
Al otro día cuando el pato le exigió que le entregara su
merienda, Pico le dijo, “Mi mamá no tenía suficiente dinero para comprar maíz,
sólo le ha alcanzado para comprar panes tan rancios, que hasta mohosos están.”
Sacó el pedazo de pan y se lo mostró. El pato hizo un gesto de repugnancia.
“Tienes razón de hacerle asco. A mi mamá y a mí nos ha
dado dolor de estómago, vómito y diarrea, pero no tenemos otra cosa para
comer.” Le dijo Pico con cara de congoja. “Por mí no te preocupes, cómete tu
pan tranquilamente.” Dijo el pato y se alejó.
Por muchos días, Pico mantuvo el pedazo de pan rancio en
su mochila y cuando el pato se le acercaba para saber si ya tenía maíz, le
mostraba el pedazo de pan.
Ya las pesadillas no acosaban a Pico, pero una noche soñó
que un gavilán había tratado de llevarse a su mamá, pero él la había defendido
y el gavilán no se la había podido llevar.
Al despertar se le ocurrió una idea para terminar de
espantar aquel odioso pato.
Al encontrarse con el pato le dijo, “Ni te imaginas las
vitaminas que tiene el pan rancio. Me ha dado tanta fuerza que ayer vino un
águila y atacó a mi mamá. Luché con el águila y le arranqué a mi mamá de sus
garras.” El pato, que como todo ser malo,
era muy cobarde, lo miró con ojos de asombro y de susto. No le comentó nada; se
alejó de él y más nunca se le volvió a acercar.
De allí en adelante, Pico disfrutó mucho merendar con los
ricos granos de maíz que le ponía su mamá en su mochila. Aprendió que a veces
es necesario saber mentir porque hay seres tan malos y cobardes que valen tanto
como la falsedad.
Buen historia, tu fuente es inagotable, historia que se asemeja a muchas realidades de la vida diaria
ResponderBorrarMagda Rosa
Lamentablemente de eso estamos rodeados, de gente ventajista y abusadora; siempre tratando de apabullar a los incautos. Pero cada uno tiene su sabiduría escondida…
ResponderBorrar¡Gracias por tu seguimiento y tu apoyo INAGOTABLE! ¡Te quiero GRANDE!
Que buena historia. Pico se las ingenió para no dejarse intimidar por el susodicho. Es importante no dejar manipularse por personas que se creen superior a los demás. Me gustó mucho deja enseñanzas tus bellos cuentos 😘😘😘
ResponderBorrarEs muy cierto que el poder mental puede dominar el poder físico. Ojalá todos fuésemos conscientes del poder que tiene nuestra mente y que usemos ese poder para protegernos. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu consecuencia. ¡Bendiciones!
ResponderBorrar¡Vaya que ese es un cuento polémico! Ya que no es cualquier cosa ejemplificar a la tierna infancia sobre cómo actuar ante amenazas y asperezas de la vida. Por un lado muestra una opción de conducta, a manera de ejemplo. Eso siempre es una responsabilidad.
ResponderBorrarPor otro lado, da igualmente un ejemplo de las sorprendentes respuestas conductuales que suceden en el mundo real, de las reacciones muy humanas ante las violencias y las opresiones, de las acciones e impulsos que surgen en medio de la resiliencia.
Al final, no se señala qué sería lo ideal, ni se hace recordar. O sea, que se asemeja mucho al mundo real.
Pero en todo caso, a mí siempre me ha parecido que al tratar este tipo de temas, y especialmente en la literatura infantil, es necesario hacerse muchas de estas preguntas y respuestas ;-).
El texto me ha hecho recordar la antigua obra que nos vino del Asia: "Calila e Dimna", la cual en forma de fábulas, aborda importantes temas de las relaciones humanas. Al parecer la Biblioteca del Congreso de Los Estados Unidos la tiene para descarga (hay un enlace allí para el archivo .pdf):
https://www.wdl.org/es/item/8933/
¡Muchas felicidades!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Borrar¿Qué sería lo ideal en lo que se refiere al relato?
BorrarPara mí, hasta que todo lo sucedido al Pollito Pico, incluyendo las soluciones por él aportadas, no le fuesen referidas a su Mamá Clocló, el cuento estaría incompleto 😁️.
Pero ése es sólo el gusto, la preferencia y la opinión de uno de tus lectores 🤷♂️️ 😉️.
¡Saludes!
Creo que en nuestra vida de estudiantes hay varias opciones, dos de ellas son “Ser el listo y abusador” o “Ser el tonto y atropellado”; lo que se ha casi globalizado con el calificativo en inglés de “Bullying”. Todo cuento tiene el sentido “camuflajeado” que la mente del lector escrudiñe en él. Es mucha la tela que se puede cortar, cierto que es un tema controversial. Dios te bendiga. Un abrazo fuerte.
ResponderBorrarSin duda que hay varias opciones. No podemos ver el mundo a dos tonos.
ResponderBorrarNuestro tío Isaac, decía (con unas palabras un poco "más fuertes"), que sólo había dos tipos de personas: Los tontos y los malosos, comentario que hacía que una de mis hermanas y yo nos desternilláramos de la risa, sabiendo que sólo era un chiste muy ácido de su parte.
Por cierto que ése es un comentario que se ha dicho muchas veces a lo largo de la historia, por diferentes personas y diferentes culturas, como algo muy gracioso, al no ser cierto.
Para mí, como comentario cierto, me gusta más aquél que dice que lo cortés no quita lo valiente.
Mi inquietud en el comentario anterior, va con la apreciación e idea de que debe enseñarse a los niños, como algo imperativo e importante, el que sean informativos con sus padres. Y que no debe perderse la mínima oportunidad de inculcárselos. Mi posición personal es fomentar de todas las formas posibles que haya comunicación de padres a hijos y de hijos a padres.
De allí mi comentario, y probablemente no tiene nada que ver con otros aspectos del relato. Y nuevamente te digo que mi opinión es sólo la de uno de tus lectores 😁️😁️.
¡Que estés muy bien! ¡Un abrazo!
Al escribir, hay muchas facetas en cada “escritor”; una de ellas es ser la mente de la que emana la historia, otra es ser el lápiz que la plasma en papel. Una tercera faceta es que nos convertimos en nuestros propios lectores y naturalmente en críticos. Particularmente cuando escribo, leo mucho mis historias antes de cargarlas a mi blog.
ResponderBorrarEsta es mi auto crítica: “En este cuento en particular, Pico estaba plenamente identificado con la manera que su mamá lo estaba criando, quería hacer de él un pollito que aprendiera a defenderse y que sólo recurriera a su protección cuando de verdad fuese necesario. El temer a otro escolar que parecía dominarlo fue algo transitivo, su intuición le decía que se podría revertir sin la ayuda de su mamá; tal cual sucedió al final.
Ser secretivos es parte de la naturaleza infantil. Mi cuento describe a un escolar “ventajista y apabullador” y a otro que, por ser nuevo en el mundo de la escolaridad, tenía mucho que aprender de cómo defenderse por sí solo dentro de su nuevo ambiente.
¡Cuídate mucho, Dios te bendiga!
Por fin lo pude leer el mensaje es positivo en cuanto al ingenio..creo que todos en algun mommento de nuestra infancia pasamos por algo asi..el enseñar a los niños a utilizar su ingenio para evitar abusos..es sumamente importante en esta sociedad donde lamentablemente el bulling es cada vez mas creciente..y no todos los niños cuenta con la fuerza física pero si con su inteliencia para lograr superar situaciones dificiles...En lo personal me gustó mucho el cuento que nos brinda la opotunidad de conversar con los niños de este tema que es fundamental para el bienastar físico y psiológico de los mas pequeños
ResponderBorrarGracias mi querida Chelita por tu enfoque tan positivo. Tu apreciación nace de la escolar que fuiste y la madre que eres ahora. Para evitar el acoso en las escuelas es fundamental que los niños sepan usar sus propias armas, entre ellas su propio ingenio. ¡Que Dios te bendiga!
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarBueno, bueno, hay muy buenos razonamientos y que se comprenden. Pero difiero en algo, y es que creo que la naturaleza de los niños no es secretiva ni informativa. Su conducta puede ir en una o en otra dirección según las influencias que les modelan, como suelen ser en primer lugar, las de sus padres. Sin mayores condicionamientos, sus comunicaciones fluyen de manera normal. Creo que la conducta del pollito es valerosa, ingeniosa y estupenda, pero me sigue chocando que no le comentara a la mamá.
ResponderBorrarCreo que es muy interesante tener opiniones divergentes, y más aún poder dialogar sobre ellas 😁️. Las posiciones distintas no son de carácter personal 😉️.
ResponderBorrarEl mayor propósito de escribir y ser leído es crear polémicas constructivas; para aprender, profundizar, reforzar y hasta cambiar ideas. Es la esencia del respeto a la lectura. ¡Muchos abrazos!
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarSiempre hay gente como ese pato. El mecanismo paralelo que he mantenido en mi mundo imagiario tuvo su inicio serio cuano vi la pelicula china "Cinco dedos de la muerte". Los patos psan de largo,pero siempre bajo vigilancia.
ResponderBorrarEn la vida de los que nosotros los humanos llamamos “animales” debe haber unos que se aprovechan de la vulnerabilidad de los otros, no sólo por simple supervivencia. Todos tenemos un fondo común que se llama “Naturaleza”, ningún ser vivo puede aislarse para dejar de ser vulnerable.
BorrarHe leído todos los comentarios muy detenidamente, yo me baso en la realidad de que hay personas malas que se aprovechan de los débiles y mucho de ese sufrimiento que pasan los débiles no se los comunican a sus padres, y eso lo esconden para que nadie se enteren de que son abusados por los mas grandes. eso a veces ha traído consecuencia por no desarrollar ese poder para defenderse, unos siguen así para toda la vida, otros desertan de las escuela para no seguir sufriendo, otros hasta se han suicidado por ese terrible sometimiento. Pero hay casos que el niño es inteligente y se las ingenia solo para salir del problema sin decirle nada a sus padres, como el caso del pollito pico- pongo tu caso, tu fuiste criada en una familia numerosa con mucho amor por tus padres, pero cada quien se defendió a su manera para sobrevivir en esos tiempos. En tu casa tus padres no eran profesionales Universitarios para que te enseñaran las cosas que tu misma aprendiste sola por que Dios te dio esa facultad que furas super inteligente y te graduaras con honores que fuiste becada y tuviste que viajar a otro país donde no hablan una papa en español; tu sola sacaste tus garras y te defendiste sólita. Eso es instinto de supervivencia.y hermoso que los niños lean ese cuento para que aprendan a defenderse de esos ogros
ResponderBorrarQuerida Yuly, tu comentario es muy amplio y analítico. Tus conjeturas son muy válidas y reales. Gracias por esas palabras tan bonitas para conmigo. ¡Dios te bendiga!
Borrar