
Recordando a Carlota Marina Hace poco se separó de nuestras vidas un ser muy querido. La partida de los nuestros es un evento que todos sabemos que algún día va a ocurrir, pero nos resulta demasiado difícil prepararnos para ello y luego asumirlo. Si esa persona fue querida de una manera muy especial por mí, lo fue aún más por otros, por ejemplo, sus hijos. ¿Qué fue para mí? Una prima única en su clase humana, siempre cariñosa. Siempre sentí que estaba allí, a mi alcance para darme una palabra de apoyo y estímulo, alguien que me admiraba y a quien yo admiraba mucho; una fuente de inspiración para seguir escalando en mis estudios. Nunca voy a olvidar cuando me ayudaba a mí y a mis amigas a estudiar inglés; me inspiraba saber que ya ella había cruzado el umbral de una universidad y que yo quería seguir su gran ejemplo. Son muchos los cálidos recuerdos de familiaridad que harán cortos los años que me quedan de vida para recordarla. Uno de sus hijos, me ha pedido que escriba sobre