Un Grillo Soprano

Esta es la historia de un grillo cuyo canto tenía un timbre muy fuerte. A cualquier hora del día que cantara, su canto solía molestar a sus compañeros; eso le ocurrió desde que era muy chiquitito. Siempre fue severamente criticado porque las vibraciones que emitía al raspar sus alas y sus patas posteriores emitían un canto intolerable a los extremadamente sensitivos órganos timpanales de sus conciudadanos insectos.

No había podido conseguir compañera porque cuando cantaba en lugar de atraerlas las espantaba. Tenía en su mente guardado un gran repertorio de serenatas para cuando encontrara el amor de su vida, pero tal parece que estaba destinado a ser un grillo solitario.

Había intentado limarse sus alas y patas para ver si el timbre de su voz se hacía más suave, pero sus membranas esclerotizadas eran muy duras y no logró suavizar su ruidoso canto.

Nuestro grillo vivía apesadumbrado y trataba de no cantar, eso era algo que aniquilaba su bienestar pues cantar es parte de la vida de todo grillo.

Se alejaba lo más que podía del resto de los grillos y cantaba por las noches en lugares recónditos.

Una noche que se sentía especialmente nostálgico, caminó hasta una bonita laguna que se veía pintada de plateado bajo el brillo de una hermosa luna llena. “Tú serás mi grillita amada esta noche, bella luna.”  Dijo emocionado mirando a la luna. Preso de una profunda inspiración comenzó a frotar sus alas. Su canto invadió el silencio de aquel lugar y la luna no pareció espantarse como lo hacían las grillitas.

De repente se oyó alguien que aplaudía efusivamente, “¡Bravo, bravísimo! Tú eres el soprano que yo necesito para mi orquesta.” Dijo un sapo gordo que lucía un grueso bigote y un sombrero bombín negro.

El grillo se sintió intimidado por la presencia de aquel sapo, se calló y quiso huir del lugar. “No me temas, yo no te haré daño.” Le dijo el sapo, y entonces continuó, “Nunca he escuchado un canto tan melodioso y potente como el tuyo. Yo soy director de la orquesta de sapos más grande de toda esta zona. Hacemos muchas presentaciones durante la estación lluviosa. Tienes un fantástico canto de soprano. ¿Has cantado con alguna orquesta?”

El grillo estaba anonadado al escuchar lo que le decía el sapo. Parecía que se había petrificado y no le salían palabras. “Ya te he dicho que no te voy a hacer daño. Todo lo que te he dicho es verdad. Estoy muy impresionado con la potencia de tu canto y quisiera que cantaras con mi orquesta.” El sapo se quitó el sombrero como para inspirarle confianza.

“Yo no sé qué decirle. Mi canto siempre ha sido criticado por todos los grillos de mi especie.” Dijo el grillo con un hilo de voz.

“Eso es porque nunca han escuchado a un verdadero soprano. Te aseguro que, si te escuchan cantar acompañado por nuestra orquesta, entonces apreciarán la increíble calidad de tu canto.”

Aquellas palabras eran de verdad música a los órganos timpanales del grillo.

Cuando el sapo vio que un brillo de ilusión iluminaba la cara del grillo, le dijo, “Ven conmigo, te llevaré con mi orquesta para que cantes esta noche.”

El grillo se imaginó cantando para una audiencia que lo escuchara con beneplácito y se sintió muy feliz.

El sapo lo llevó a una laguna que tenía una inmensa audiencia de sapos y ranas. Los sapos que formaban parte de su orquesta hicieron sonar sus sacos vocales dirigidos por él. Aquella música exquisita inspiró al grillo y comenzó a cantar. Su canto cautivó a toda la audiencia y cuando terminó la melodía, lo aplaudieron sonoramente y pedían que volviese a cantar.

El grillo no lo podía creer, temblaba de la emoción que sentía. El director de la orquesta se le acercó y le dijo, “Te dije que eres un soprano. Quédate a vivir con nosotros, para que engalanes nuestra orquesta con tu estridente melodioso canto.”

“Pero, yo soy un grillo y ustedes son sapos y ranas. Aunque ustedes si aprecian mi canto, yo necesito vivir con grillos.” Le contestó al sapo como volviendo a su triste realidad.

“Yo te entiendo” Le dijo el sapo. Este se volteó y les guiñó un ojo a los músicos de su orquesta. Entonces mirándolo de nuevo le dijo: “Llévanos a tu comunidad de grillos, le vamos a dar un concierto de a gratis, siempre y cuando tú seas nuestro cantante.”

El grillo con mucha emoción los llevó a su comunidad, donde la orquesta de sapos tocó su melodiosa música y el grillo cantó con su maravillosa voz de soprano. La comunidad de grillos fue gratamente sorprendida por aquel inusitado concierto y el canto de aquel solista cautivó a todos, especialmente a las grillitas que cayeron rendidas ante él.

Nuestro grillo soprano se alió a la orquesta de sapos y durante la temporada lluviosa cantaba con ellos. En la laguna que tocaban eran aplaudidos con mucha vehemencia por una multitud de sapos que cada vez se hacía más numerosa.

El grillo consiguió una grillita que se enamoró perdidamente de él y fueron muy felices. Siempre le cantaba sus serenatas a la luz de aquella hermosa luna que había sabido escuchar su potente canto de soprano.





 

Comentarios

  1. Bonita historia, todos tenemos encantos que otros no pueden ver o no lo entienden pero siempre hay quien lo sepa ver y valorar y hasta hacerlo resaltar

    Magda Rosa

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    1. Eso es muy cierto. Todos somos criaturas de El Señor y nacemos con un don que nos hace ser seres únicos, pero no todo el mundo lo aquilata. Gracias mi querida Masbellita por leer cada uno de mis cuentos. ¡Te quiero GRANDOTE!

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  2. Buenas como siempre me transporto en tus cuentos, y disfruto ver el cuento en tercera dimencion. todos los seres humanos somos únicos donde cada uno se destaca en suyo, pero podemos ver un ejemplo con los diferentes escritores unos son buenos en lo romántico, otros en terror, otros en ficción, etc,. Y cada una tiene su perceptiva para motivarse al momento de escribir, pueden ser graduados en esa rama de la escritura; y hay uno que no estudio pero tiene una inspiración y escribe una obra como la que escribió Harry Potter, ella era una ama de casa madre soltera con un hijo que no tenia para comer y de pronto escribió ese cuento y hoy en día es super famosa. Otro ejemplo son los niños autistas desarrollan habilidades especiales como dibujar, otros son fenómenos en las matemáticas. Y cuando as personas se dan cuenta de esas habilidades nos vuelven a tomar en cuenta como le paso al griliito, que el gran sapo supo destacar con su orquesta de sapos y ranas, y los demás grillos fue que lo aceptaron Todo se basa en que cada uno es especial y debemos desarrollar esas habilidades. te quiero mi Maestra Bella

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    1. Querida Yuly, tu análisis del cuento es amplio y muy ilustrativo. Me encanta tu motivación para resaltar el sentido o moraleja de cada uno de mis escritos; definitivamente tus comentarios le dan realce a mis escritos. ¡Tu astucia me ha acompañado desde que me bautizaste “Maestra Estúpida”! ¡Gracias siempre, Dios te bendiga!

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