
La Melena de El Rey Érase una vez un león de una exuberante perfección física; tenía la melena más hermosa que alguna vez se hubiese visto en la selva africana. Su inigualable belleza lo hacía sin ninguna discusión el poderoso Rey de La Selva; ningún otro felino se atrevía a disputarle tal posición jerárquica. Su magnificente belleza era asociada con valentía y sobre todo con una extrema fuerza poseída en sus garras y en sus afilados colmillos. El color de su pelaje era como el oro mismo y su copiosa melena que irradiaba destellos luminosos le bañaba hasta la mitad de su fornido cuerpo. A pesar de ser un símbolo de ferocidad, su vida era apacible y hasta un poco aburrida; todas las comodidades de la vida estaban a su alcance pues todas las manadas de leones le temían y todos se desvivían por rendirle una desmedida pleitesía para evitar que en algún descontento se desatara su ira y les desgarrara sus cuerpos. Los mejores pintores de la selva se disputaban poder pintar sus cuadros par