
Imagen de National Geographic Besos de Manantial Elena no se quería mirar más nunca en el espejo, ya no se acordaba cuándo había sido la última vez que lo había hecho. Cuando hablaba o reía frente a personas ajenas a su familia se cubría la boca para que nadie pudiese ver lo manchado que tenía sus dientes. Elena padecía una avitaminosis que parecía ser irreversible pues los médicos no la habían podido combatir. Elena era la mayor de tres hermanos, después de ella habían nacido Adolfo y la pequeña María. La economía familiar se sustentaba de la fabricación de vasijas de barro las cuales eran cocidas en sus hornos caseros. Comenzaba el naciente siglo XX y Elena pronto cumpliría sus quince primaveras, la edad ideal para que consiguiera un esposo y formara su propia familia. En aquella sociedad, la vida de la mujer cobraba su verdadero s